Mi experiencia en Caritas
En clase nos dieron la opción de ir a Caritas para ayudar a hacer bolsas de comida para pasar la Navidad. Teniamos que hacer dos tipos de lotes, unos para las personas que pueden cocinar y otros para los que no tienen cocina. Me pareció una idea estupenda y acepte orgullosamente, como varios de mis compañeros. La sensación que tienes al ayudar a la gente que no tiene donde dormir, familias que no les llega el dinero para comprar comida es increíble. Y solo por esa razón ya quise ayudar, además en navidad. Todos los niños se merecen tener algo de chocolate, turrón, polvorones e incluso juguetes.
Cuando se acabó la campaña de navidad, le pregunté a uno de los voluntarios que si podía seguir yendo a Caritas para seguir ayudando. Me dijeron que estaban contentísimos que gente joven como yo quisiera ayudar tanto y que podía ir todos los días que quisiera a partir de las cinco. Fui yendo todas las tardes sintiéndome genial conmigo mismo por lo que hacía.
En mi opinión es una buena experiencia, ya que ver a toda esa gente salir contentos con la comida que se llevan es algo inolvidable. Aconsejaría a la gente joven que fueran a ayudar, no digo todos los días pero si uno o dos días a la semana.
Puedo asegurar que cada vez que salgo de Caritas, después de un buen trabajo, salgo con una gran sonrisa.
Eric Pastrana, 3rA
Cáritas
Cáritas, todos estamos escuchando hablar de esta organización, es casi imposible no fijarse en esos contenedores rojos ¿Pero realmente sabemos el duro trabajo que realizan? Trabajadores y voluntarios están continuamente ayudando a personas que lo necesita, y que desgraciadamente son más de las que creemos. Los alumnos y profesores de la Consolación hemos tenido la oportunidad de trabajar como voluntarios en el banco de alimentos y darnos cuenta de la necesidad y los problemas que realmente hay en nuestra sociedad.
Algunos de nosotros, tanto alumnos como profesores, hemos dedicado nuestro tiempo a colaborar en la Campaña de Navidad de Cáritas. Allí, en un ambiente de trabajo divertido, nos hemos dado cuenta del trabajo que hacen los voluntarios día a día, sin importarles no cobrar por el servicio que hacen. Algunos alumnos que han estado entregando los lotes que preparábamos, han conocido de primera mano la situación en la que están algunas personas de nuestra sociedad y la desesperación de todas las familias, la culpabilidad que sienten las madres que no tienen para alimentar a sus hijos.
También nos hemos dado cuenta de toda la gente de la sociedad que aporta su granito de arena, aportando los alimentos necesarios para poder realizar los diferentes lotes, que posteriormente se entregan a los beneficiarios.
Nuestro trabajo consistía en pesar y clasificar los alimentos para después preparar los diferentes lotes que se repartian a la gente. Ya que estábamos en Navidad, lo que pretendíamos era que todas las familias pudieran tener una cena de Navidad en condiciones.
Nos gustaría ir el año que viene a ayudar como hemos hecho este año, ya que nos lo pasamos muy bien, a parte de que no nos cuesta nada ayudar a los demás.
Helena Alonso e Iris Madrigal, 1º Bachillerato
Cáritas
Me ha parecido un gesto bonito ayudar y hacer cosas para los que más lo necesitan. Hemos trabajado mucho en equipo y hemos aprendido a valorar las cosas, a no quejarnos por la comida, porque hay mucha gente que no tiene nada.
Me ha dado mucha pena toda la gente que hacía cola para conseguir una bolsa de comida.
Ha sido una experiencia muy importante para mi, que espero repetir.
Andrea Martín, 3º B
